En los verdiales, la música es protagonista y cada instrumento tiene un rol esencial para lograr ese sonido tan característico que identifica y caracteriza los sonidos de esta fiesta.
El violín, la guitarra, el pandero, los platillos y el laúd se crean una mezcla inconfundibles, se tocan de una forma muy particular, con un ritmo y un compás que nos invitan a bailar y sentir.
El violín es el instrumento central, encargado de llevar la melodía principal. El pandero marca el ritmo, encargado de dar el golpe seco y grave que dirige la danza y el compás. Los platillos se tocan constantemente para mantener un zumbido que da energía a la música, la guitarra se toca de manera muy rítmica y rápida y como acompañamiento. Y el laúd o bandurria es opcional, suele añadirse en algunas pandas y aporta mayor riqueza melódica y profundidad.
Lo que nunca veremos en una panda de verdiales son otros tipo de instrumentos, ya que siempre se busca mantener la autenticidad de la tradición.
