La globalidad de barcos malagueños aumentó su volumen de capturas el pasado año en un 4,3%, hasta las 8.218 toneladas. Sin embargo, la facturación en las lonjas descendió en un 10,9%, al pasar de 22.909.109,68 a 20.403.937,53 euros.
Los armadores hablan de pérdidas de un millón de euros contando seguros sociales, gasoil y otros costes. Una situación que no sólo se ciñe al caso marbellí, sino que también ocurre en el resto de la provincia, porque la pandemia no entiende de delimitaciones. Y con todo eso… los precios… la caja… la economía que es microeconomía en este caso, si nos fijamos por ejemplo en los pescadores de la provincia. En términos globales el negocio de la pesca aporta beneficios a millares de agentes entre minoristas, mayoristas, puestos del mercado, transportistas y por supuesto a los restauradores de la provincia.