Los biólogos aseguran que la lucha contra esta especie invasora no está perdida, si bien reconocen la dificultad que tendrá eliminar por completo a estos insectos de nuestro hábitat. Por todo, apelan a que las administraciones conciencien a la ciudadanía de la importancia de prevenir su masificación y crecimiento poblacional. Pequeños gestos, como vaciar el sobrante de los platos de las macetas pueden servir para impedir su reproducción.