Aunque el partido acabó con derrota para España en la final del Eurobasket sub-16, 77-68 contra Lituania, los 31 puntos logrados por el malagueño Mario Saint-Supery le dieron el trofeo al mejor jugador del campeonato. Y es que mucho tuvo que ver también al actuación del canterano de Unicaja para que el combinado nacional llegara a la final europea.
Llamado a ser esta temporada el jugador número 13 de Unicaja, en su haber también cuenta con lograr, hace unos meses, ser el debutante más joven de la historia del equipo malagueño (con 15 años, 11 meses y dos días) y el quinto más precoz en la Liga ACB.