"Todavía toca ser prudente, por lo que vamos a hacer una edición tan amable como siempre pero segura", señala Juan Antonio Vigar, el director del Festival de Málaga Cine en Español. Y es que esta nueva edición, la segunda desarrollada durante la pandemia, contará también con medidas sanitarias como la ausencia de alfombra roja, para evitar aglomeraciones, y con mascarillas y aforo limitado en los pases.
Este año, el Festival cuenta con un día más de duración, 11 jornadas en total, dado el gran número de proyectos que se han presentado al certámen. En la sección oficial, dos películas con dirección malagueña entran a concurso, La casa del caracol, de Macarena Astorga y Ezequiel Montes con Hombre muerto no sabe vivir. "Es la primera vez que compiten dos malagueños, y hablando de tú a tú al resto", reconoce el director.
"Retrasar el Festival buscaba una situación sanitaria mejor, pero no tenemos aún la situación normalizada para evitar los protocolos. Siempre hemos sido prudentes y debemos seguir así", advierte un respetuoso Vigar, quien señala también sentirse "desconcertado" con los aforos, dado que está permitido el 85% pero que las distancias de seguridad no permiten llegar a tanto y dejará la asistencia en el 50%.
Las esperanzas están puestas en la próxima edición, la 25, que volverá a celebrarse en marzo de 2022. "Una edición para celebrar la vida, la vida de un Festival que tiene que volver a reencontrarse con todo su sector y a volver a hacer lo que nos define, un evento cercano al público y con su alfombra roja", augura el director del certámen.