Eriksson es una diseñadora de reconocido prestigio internacional que ha trabajado recientemente para los Premios Óscar, la revista The New Yorker o el programa Adobe Ilustrator, entre muchos otros. Su obra Sunrise tiene un marcado carácter simbólico, al representar un nuevo y cálido amanecer en una imagen que transmite esperanza y serenidad y cuyos colores reflejan la alegría de la acogedora ciudad de Málaga y su Festival. Así, el 25 Festival de Málaga se identifica con una imagen que celebra el renacer de un nuevo tiempo, tras dos ediciones marcadas por la pandemia del coronavirus y en las que el certamen ha tenido que realizar importantes reajustes temporales y de organización para mantenerse fiel a su público, al sector audiovisual y a la ciudad de Málaga.