La falta de material no sólo tiene que ver con estas prendas, sino que el sindicato afea, además, la ausencia de suficientes guantes anticorte, o fundas antihurto del arma, dotando así de una mayor inseguridad al agente. Eso, y las pistolas de electrochoque, o taser, que permiten incapacitar a una persona o animal y que desde el sindicato consideran importante incorporar ya a la totalidad de agentes: sobre todo porque, ojo a la reflexión del portavoz de Jupol: lejos de lo que pueda parecer, no existe a día de hoy algo tan necesario, a simple vista, como un protocolo concreto de uso del arma.