Desde el 1 de enero, la plantilla va a recuperar los derechos perdidos: deben cobrar de nuevo la paga de productividad de 1.431 euros, descansar todos los fines de semana, disfrutar las vacaciones entre junio y septiembre, poder trabajar los festivos --140 euros por día-- o recibir la cesta de Navidad --valorada en 68 euros--. La huelga no se producirá ahora, pero los trabajadores insisten en guardarse esta carta ante un hipotético incumplimiento de la sentencia.
A la asamblea de ayer acudió la mitad de la plantilla, unos 600 trabajadores, que mostraron su desconfianza sobre los pasos que vaya a dar la empresa, que tendrá que asumir ahora un sobrecoste de diez millones de euros cara a 2016, que obliga a una negociación del nuevo convenio.