Cada mañana, desde el pasado mes de abril, este equipo prepara la playa de flamencos construyendo un entorno adecuado que garantiza unas condiciones óptimas para que estas aves comiencen con el apareamiento y la construcción de sus originales nidos de barro. La escandalosa colonia aumenta cada año su población al llegar la época de cría, una fase que los flamencos delatan a sus cuidadores manifestando particulares movimientos. Una coreografía perfectamente sincronizada en la que los flamencos despliegan sus coloridas alas, estiran el cuello, giran la cabeza de lado a lado o caminan juntos cambiando de dirección de forma inesperada. Es el momento del cortejo, punto de partida de su reproducción.
El equipo de zoología de Bioparc Fuengirola garantiza que, en todo momento, estas aves dispongan de un entorno adecuado y condiciones favorables para iniciar su reproducción. En la actualidad, alberga casi cincuenta ejemplares de flamenco rosa y cinco de flamenco enano. Hasta ahora, la puesta suma una decena de huevos, uno de ellos perteneciente a una pareja de flamencos enanos. Sería la segunda vez que esta especie logra anidar y poner huevos