La mencionada apuesta por las inversiones hidráulicas con un plan de 17,5 millones, marca la pauta en el presupuesto presentado esta mañana. Hace solo unas semanas, el propio Salado afeaba la conducta de algunos ayuntamientos, que decía no han priorizado en esas intervenciones y a los que llegó a advertir la posibilidad de retirar fondos incondicionados a estos, al saberse de la pérdida de hasta 7 hectómetros cúbicos de agua al año, por deficiencias en la red de saneamiento. De nuevo, Francisco Salado.
Junto a ese aspecto, el otro que destaca el gobierno provincial es el plano social: La mayor partida presupuestaria va a parar a Igualdad, con 50,2 millones, seguido de Fomento, con más de 49 millones. Además, apuesta por la ayuda a las empresas: las políticas de apoyo al tejido empresarial malagueño se incrementan un 50%. Así mismo, las partidas para actividades culturales crecen un 22,9%; las de Emergencias y Seguridad, un 15,2%; las de promoción turística, un 11,2%; las de ayudas a domicilio a personas dependientes, un 11%; y las destinadas a centros asistenciales, un 6,2%, teniendo prevista la apertura de la residencia de San Carlos de Archidona en unas semanas. Estas cuentas se dividen entre la propia Diputación provincial, a los que se destinan 318.732.376 --un 6,23% más--, el Patronato de Recaudación con 40.265.968 euros --un 3,41% más-- y Turismo y Planificación Costa del Sol al que se destinarán 15.370.000 euros --un 14,95% más--.
Se aprobarán este viernes
Las cuentas irán a pleno este viernes para su aprobación inicial con el objetivo de que la definitiva se haga antes de final de año y puedan entrar en vigor el próximo enero. El equipo de gobierno cuenta ya con el voto favorable del no adscrito, Juan Cassá, a la espera del resto de grupos… si bien el PSOE ya ha mostrado su primer impulso, tras saber de los titulares que deja el documento hoy presentado. El portavoz socialista, José Bernal, acusa al PP de rechazar la mano tendida de los socialistas para llegar a un acuerdo sobre el presupuesto y dice que al tener atado el voto de Cassá, no teme ninguna traición y ni siquiera les han llamado”.