La incidencia de la crisis sanitaria en la economía y, por ende, en el empleo malagueño es una evidencia: trabajo y empresas, empresas y trabajo, siguen estando en la cuerda floja en muchos casos y la nueva subida del paro dictamina una realidad compleja que es pero si cabe, comparando con la estadística de hace un año: un incremento de hasta 50.807 parados, lo que supone un 33,10% más que al término de febrero de 2020, mes en el que de hecho el paro bajó en algo más de 1.100 personas. Málaga es la tercera provincia española en la que más sube el paro en el último año, por detrás de Madrid y Barcelona y la cuarta en términos mensuales. Por delante de ella aparecen Madrid, Valencia y Jaén. Tampoco es bueno el dato de la afiliación a la Seguridad Social, que cae en 2.643 personas, hasta un total de 591.036. Hay que remontarse al año 2014 para encontrar un febrero con cifras de paro superiores a las actuales. Por entonces, la provincia sufría el desempleo de 210.107 personas.
Punto clave en el registro actual y en esos más de 204.000 casos de parados, los ERTE: esos expedientes de regulación temporal de empleo siguen siendo tabla de salvación… pero desconocemos si lo serán definitivamente. No en vano, la clave está en saber si esos miles de casos particulares terminarán por enrolarse de nuevo en las listas de empleados, o si acabarán quedando en un paro definitivo, merced a la situación de sus empleadores. Y la cifra en Málaga en este sentido asciende a 41.000. Patricia Laguna, sindicato CCOO.
El paro sube en todos los sectores excepto en la construcción. Lastre importante, un mes más, para el sector servicios, que acumula la mayoría de parados malagueños: un total de 148.296 casos particulares, que elevan en 2.262 la cifra total del mes anterior. A nivel nacional, en febrero se ha vuelto a superar la cifra de los cuatro millones de parados, con 44.436 desempleados más, frontera que no se rebasababa desde abril de 2016. En Andalucía también se supera ya la barrera de millón de parados.