La investigación se inició a finales de 2015, tras la denuncia presentada por la Premier League por un presunto delito contra la propiedad intelectual llevado a cabo por una web radicada en Málaga, ofreciendo suscripciones de IPTV con acceso a multitud de canales internacionales de acceso condicional. Tras la denuncia, los agentes de la Policía Nacional constataron la gran envergadura de la ilícita actividad al comercializar, presuntamente, servicios de abono a suscripciones de IPTV que permitían el acceso al visionado de más de 800 canales televisivos, a un repositorio de obras audiovisuales protegidas y a un listado de emisoras de radios extranjeras. Además se comprobó la existencia de una decena de suscripciones categorizadas principalmente por el país de origen de los canalesEl precio oscilaba de los 40 euros mensuales a los 460.
La infraestructura creada lograba dar apariencia legal
Para dar apariencia de legalidad al negocio ilícito y blanquear los beneficios, creaban empresas con actividad lícita y con un objeto social relacionado con la provisión de servicios de telecomunicaciones, internet y hardware. Por un lado poseían la infraestructura técnica y tecnológica necesaria para poder llevar a cabo su negocio lícito (operadores de fibra) y también el negocio ilícito (las suscripciones ilegales de IPTV) y, por otro, la circunstancia de que eran operadores autorizados para fibra les servía de argumento para que los clientes creyesen que también lo eran para la distribución de canales extranjeros.
Así conseguían mezclar los ingresos procedentes de las suscripciones con los procedentes de la actividad legal para evitar su rastreo. De forma paralela al entramado de las páginas web, también se ha identificado otro de sociedades creadas con la finalidad de diversificar la responsabilidad y beneficios del delito.
Dado que se trataba de un entramado de carácter internacional, los investigados necesitaban mantener un control efectivo por lo que contaban con socios o personal de confianza ubicados en Dinamarca, país donde encontraba la otra rama más relevante de la actividad. Concretamente, se ha comprobado que la ramificación danesa se dedicada principalmente al apoyo técnico y tecnológico del delito, ya que las buenas condiciones de banda ancha del lugar permitía que desde allí se procediese a la interceptación ilícita de determinados canales televisivos y, por ende, a la captación de nuevos clientes.
Como resultado, se ha llevado a cabo la mayor operación realizada hasta la fecha a nivel europeo contra este delito y se ha puesto fin a una infraestructura tecnológica internacional muy compleja compuesta por once “granjas” de servidores distribuidas por todo el mundo, algunas de ellas con más de 44 servidores. Durante el operativo se realizaron 14 registros simultáneos: ocho en España (provincias de Málaga, Madrid y Alicante), cuatro en Dinamarca y dos en Reino Unido.Los arrestados residían en urbanizaciones de lujo de la costa malagueña, usando vehículos de alta gama que continuamente iban renovando. De hecho, en el operativo se intervinieron 12 vehículos de alta gama, además de bloquear cuentas bancarias y bienes inmuebles.