Sí han leído y oído bien, el 40% de los residuos sólidos procedentes de la limpieza y mantenimiento de la red de saneamiento, unas 320 toneladas son toallitas, un desperdicio no biodegradable y que tarda en desaparecer 500 años del planeta. Son el principal causante del mal funcionamiento del servicio y hacen un grave daño al medio ambiente de las ciudades aunque no son los únicos, sino que también es frecuente encontrar bastoncillos, pañales, tampones y, desde que comenzó la pandemia, mascarillas, todos ellos elementos que no se deberían tirar por el retrete en ningún caso. Los equipos técnicos tanto de Acosol, como de Hidralia, se pasan el día resolviendo los atascos en la red general de saneamiento provocados por este tipo de residuos, lo que supone que se realicen intervenciones por atascos no solo en la red, sino que también en las estaciones de bombeo, ya que estos desechos bloquean las bombas de impulsión. Un problema que se agrava incluso más en caso de llegar a las depuradoras. Y todo por la falta de conciencia. Escuchamos al consejero delegado de la empresa de Abastecimiento de Aguas y Saneamiento de la Costa del Sol, Carlos Cañavate. La institución lleva a cabo diversas campañas para acabar con este problema y ofrece sencillas recomendaciones: no arrojar elementos no biodegradables a los conductos de desagüe habitual del hogar, ya sean retretes, lavabos o fregaderos, sino utilizar papeleras en el baño.
Convenios sociales del Ayuntamiento de Marbella
El Ayuntamiento ha renovado los convenios de colaboración con Cruz Roja y la Asociación de Fibromialgia de Marbella (Afimar), que cuentan con una dotación total de 462.000 euros y contribuirán al mantenimiento de la labor social que desarrollan ambas entidades. En el caso de Cruz Roja la dotación será de 443.000 euros y es cuarto año consecutivo que se concede una ayuda que tiene como objetivo atender a un colectivo tan vulnerable como el de las personas sin hogar, con el que la asociación realiza una labor encomiable ofreciendo una atención directa, cercana e inmediata y un seguimiento continuo en los casos que así lo requieren. Esta cantidad ha posibilitado durante los últimos años la puesta en marcha del centro de inclusión de Marbella, primero, y de San Pedro Alcántara el pasado año, una iniciativa social que solo en 2020 asistió a más de 450 personas, prestó más de 30.300 servicios de alimentación, facilitó la inclusión de 86 usuarios en situación de sinhogarismo y orientó laboralmente a otros 130. Respecto a Afimar, el montante para este ejercicio asciende a 19.000 euros, para un colectivo que presta una atención fundamental a las personas, en su mayoría mujeres, que padecen una enfermedad que cursa con dolor y cansancio crónico, y al que le ofrece las herramientas necesarias para mejorar su calidad de vida.