El boxeador marbellí ganó ayer su combate de semifinales contra Aboudou, rival que jugaba en casa. Demostró inteligencia sobre el rin y supo no caer en las trampas de su rival. Con un maravilloso juego de pies y con buenos golpes con su puño izquierdo, se proclamó campeón del combate asegurando la medalla de plata pero con infinitas ganas de luchar por el oro.