La deuda que mantiene el Ayuntamiento de Marbella es uno de los temas habituales en los debates sobre el Presupuesto Municipal. Pero este año ha aumentado su protagonismo, sin que haya motivo aparente.
Con el informe de Intervención municipal, en el que aparece la que restará a día 1 de enero de 2024 y la que quedará por liquidar el 31 de diciembre, o sea, la que se pagará durante el año próximo, estaría el asunto claro.
Pero ya conocemos la dialéctica política, lo de la interpretación de los números y lo de destacar lo que a uno le interesa y ocultar lo que no, que suelen ser el anverso y el reverso de un mismo papel según lo coja el PP o el PSOE.
Los populares destacan todo lo que se ha reducido la deuda pública y por ende la general; los socialistas, lo que está aumentando o va a aumentar la privada, aunque también tocan el otro concepto en su caso para criticar un acuerdo al que ha llegado el PP con la Junta en lo concerniente a la devolución del anticipo reintegrable. Criticar y anunciar, porque no se sabía públicamente.
La anécdota se cuenta sola.
No parece tan difícil.
