Málaga fue la sede del más reciente encuentro de Diálogos para el Desarrollo, donde el exministro de Justicia y exalcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, junto con el exministro de Administraciones Públicas y senior advisor y director del Área Contexto Económico de Llorente y Cuenca, Jordi Sevilla, examinaron las razones detrás de la persistente brecha de renta per cápita con los países de la eurozona, a pesar de más de dos décadas de integración. También abordaron el impacto de los recientes conflictos globales en la economía española y ofrecieron perspectivas económicas para el presente año.
El primero en intervenir fue Alberto Ruiz-Gallardón, quien señaló que Andalucía ha experimentado un crecimiento económico superior a la media española, consolidándose como un destino atractivo para la inversión y la generación de riqueza, lo cual ha repercutido positivamente en la creación de empleo. “Este progreso se ha logrado mediante políticas de reequilibrio territorial que han evitado aumentar las disparidades sociales y regionales”, asegura el exministro de Justicia.
Ruiz-Gallardón además afirmó que “Málaga ahora compite con las principales ciudades del Mediterráneo y de toda España, incluyendo Madrid, como sede permanente para inversiones y actividades, abarcando sectores que van más allá del turismo, como las nuevas tecnologías e industrias avanzadas”.
El encuentro organizado por Management Activo y patrocinado por Cajamar, Crédito y Caución e Iberinform, bajo el título ‘España en un contexto socioeconómico de incertidumbre’, contó también con la intervención del exministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla.
Sevilla apuntó que a lo largo de estos últimos 20 años, tanto la renta per cápita como la productividad en España han experimentado un crecimiento, aunque no al ritmo necesario para acercarnos a la media de los países de la eurozona. Además de destacar que “en una economía globalizada, cualquier conflicto que afecte rutas comerciales importantes, como el cierre del Canal de Panamá o
problemas en el Mar Rojo, puede tener consecuencias significativas para el comercio y los precios”.
En este sentido, Sevilla asegura que debemos trabajar en el fortalecimiento de lo que la Unión Europea ha denominado como autonomía estratégica. “Esto implica la necesidad de volverse suficientemente autónomos en la producción de productos y sectores estratégicos y esenciales para reducir la vulnerabilidad frente a situaciones de crisis externas” afirmó el exministro.
Por su parte Gallardón y centrándose en el tema de las inversiones, nos trasladó que es imperativo que las principales formaciones políticas reconozcan que para que España sea atractiva para la inversión, deben transmitir a los inversores globales la garantía de que, independientemente de quién gobierne en los próximos tres, cinco o diez años, las condiciones pactadas se mantendrán firmes. “Este enfoque podría posicionar a España como un destino excepcional para la inversión durante la próxima década”, apuntó.
Ambos ponentes también destacaron la necesidad de actualizar un plan hidrológico para abordar los retos actuales en la gestión del agua. Además, profundizaron en la importancia de definir la dirección de la transición energética que debe emprenderse y discutieron estrategias concretas para llevar a cabo esta transformación de manera efectiva. En este contexto, Ruiz-Gallardón y Sevilla compartieron reflexiones sobre cómo orientar el cambio hacia fuentes de energía más sostenibles y eficientes.