La primera y rápida consecuencia de esta fuerte caída es que una de cada cuatro viviendas turísticas se ha reconvertido para el alquiler de larga temporada, lo que deja tres posibles escenarios de cara al futuro inmediato, según explica el presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía, Carlos Pérez Lanzac: "Habrá viviendas que ya no volverán a ser turísticas, sobre todo las que antes lo fueron y se convirtieron en apartamentos turísticos por el efecto llamada de años atrás; otras que esperarán al flujo de viajeros y volverán a serlo; y viviendas de ciertas características, con terrazas o jardines, que siguen dando servicio porque muchos hoteles están cerrados".
¿Qué pasará este año? Dependerá, dice Pérez Lanzac, de la implantación del pasaporte sanitario y de las vacunas. Si ambas variables evolucionan bien, habrá un buen número de turistas extranjeros que ocuparán las viviendas de la zona, por "el dinero que han podido ahorrar los residentes de países cuya economía no depende tanto del turismo (sector más perjudicado por la pandemia)"
En Andalucía, las pérdidas en 2020 fueron de 1.100 millones de euros. La Comunidad Autónoma aglutina el 45% de las viviendas turísticas de todo el país. Y de ellas, más de la mitad están en la provincia de Málaga.