También hay que establecer un tiempo de análisis. El más sencillo es el de después de la disolución del Ayuntamiento, el de la restauración de la normalidad, como se le ha llamado muchas veces. Pasada la época de la comisión gestora, desde 2007, las labores del consistorio, atendiendo a las manifestaciones de la directora general de Cultura, Carmen Díaz, se han centrado en la recuperación del casco antiguo, el patrimonio industrial, las torres almenaras, así como los restos romanos y visigodos. El centro histórico se identifica casi en su totalidad con el castillo de la ciudad que ha mejorado con dos planes directores, el segundo todavía ejecutándose. En su interior está “El Hospitalillo”, rehabilitado en 2010. También protegen sus murallas el convento de La Trinidad, cuyo proyecto básico de rehabilitación se encargó en 2014 pero sigue pendiente. El también llamado “convento de los trinitarios” está pensado para el futuro museo de la ciudad. Mientras llega, el Ayuntamiento está trabajando en algunas labores previas.
También está elaborando el área de Cultura un plan museológico, aunque habrá que actualizarlo. El caso del convento de La Trinidad es uno de los que ha denunciado la asociación Cilniana. Debería estar recuperado ya, han dicho sus miembros. De hecho, incluso puede ser el número 1 en la lista de los urgentes y/o prioritarios, según el presidente del colectivo que vela por la recuperación del patrimonio marbellí, Javier Soto.
Y dentro del castillo está la Casa del Gobernador, más famosa de lo que ya era desde hace un par de meses por la polémica de los 13 apartamentos de lujo que quiere habilitar el nuevo propietario del inmueble. Soto ha considerado que el Ayuntamiento debería haberse hecho con el edificio, por la importancia en sí que tiene, para que albergara por ejemplo un museo o un espacio escénico.
La Casa del Gobernador es un BIC, un Bien de Interés Cultural, y por tanto tiene la máxima protección del Gobierno regional que es el que vigila lo que se pueda o no hacer, sin perjuicio, ha dicho Díaz, de que el Ayuntamiento también vele por esa parte del patrimonio histórico.
Sin salir de los muros de la antigua Marbella, se ha rehabilitado el Museo del Grabado, que está pendiente además de una ampliación. Además están bien mantenidos, ha reconocido Soto, la capilla de Santiago, la iglesia de La Encarnación, la plaza y la ermita del Santo Cristo, un templo descubierto durante la obra de la antigua La Fonda, y la casa 18 de calle Ancha. Situándonos ya en extramuros, el presidente de Cilniana ha hecho hincapié en que gracias al colectivo se ha conservado la Fábrica de Hielo, una edificación que data de entre los siglos XII y XIII.
Y quedándonos en San Pedro, está recuperada la Basílica Paleocristiana Vega del Mar; las termas romanas, aunque en opinión de Soto, se podría hacer algo más, tras descubrirse más restos hace unos años cuando un temporal los dejó al descubierto. La lista la completan la villa romana de Río Verde, las torres almenaras, menos la del Ancón que, según ha explicado Díaz, está pendiente de que el Ministerio de Cultura se la ceda al Ayuntamiento para restaurarla, y los trapiches de Guadaíza, que es un centro cultural desde hace años, y del Prado, con el centro de interpretación y la residencia para mayores que se están, por fin, construyendo.