A pesar de que en su pueblo, hasta hoy, hay cero casos, se ha decidido organizar un calendario de actividades que pueden asegurar que se cumple la normativa sanitaria actual.
El día grande de Ojén es mañana, festividad de San Dionisio, que volverá a procesionar por las calles del pueblo tras el suceso acaecido en 2019. Aquel año, durante el cortejo, la talla de escayola se partió por la mitad, lo que obligó a suspender el resto del recorrido y devolver al patrón a la iglesia.
Ahora se optó por restaurar esa imagen, que será la que se instale definitivamente para su veneración en la iglesia del pueblo, y sacar en procesión una nueva talla de San Dionisio esculpida en madera, de acuerdo a la colaboración mantenida con el cura párroco de Ojén y la Asociación de Los Tomilleros. Ambos trabajos costaron cerca de 9.000 euros, que ha sufragado íntegramente el ayuntamiento ojeneto.