44.000 casas vacías hay sobre el papel. Otra cosa es la realidad. Y aquí coinciden en que difiere del estudio, aunque por razones diferentes. Mientras UVE Valoraciones considera que existen muchas viviendas turísticas que no aparecen como tales por no estar seguramente reguladas, el Instituto Español de Estudios de Urbanismo, señala que por mucho que existan hogares vacíos, en Marbella hay una demanda importante tanto de los propios vecinos como de compradores de fuera.
Los datos del informe evaluado por la tasadora UVE Valoraciones, homologada por el Banco de España, dicen que en esa área funcional de poblaciones, hay 234.000 viviendas, de las que 140.000 son primera residencia y 50.000 son de uso temporal, ya sea segunda residencia o de alquiler vacacional. De modo que, la resta es fácil, habría 44.000 vacías. Conclusión: sobrarían casas, habría oferta de sobra para cubrir la demanda, existiría una especie de superávit. Todo en condicional, porque según explica el presidente de la empresa que ha elaborado el dossier, Germán Pérez Barrio, podrían existir muchos otros alojamientos turísticos que no estén localizados, como se intuye mirando otros indicadores. Pero hay más. La evolución de los precios también conduce a pensar que no son tantas las viviendas vacías en Marbella y sus poblaciones aledañas.
Corrobora esta intuición el abogado urbanista y presidente del Instituto Español de Estudios de Urbanismo, Alejandro Criado. La realidad, dice, no es ni de lejos la que pareciera al leer esos datos. Y hay un desajuste además que perjudica a los vecinos. Como sucede en otras zonas turísticas, el precio de las viviendas es alto, lo que supondría otro indicativo más de que no hay tanto excedente.
Pero entonces ¿cuántos inmuebles hay de verdad libres? Imposible saberlo, pero podrían ser tan pocos como para que hubiera un equilibrio, entre lo que se construye y lo que se necesita, entre la oferta y la demanda, que sería lo deseable, considera Pérez Barrio.
Aunque tomando los datos como buenos, la situación es buena. Que haya un 81 por ciento de viviendas ocupadas por primeros residentes es sinónimo de prosperidad para la ciudad, explica Criado. Cree además que el porcentaje de la primera residencia subirá de aquí a unos años, porque Marbella y la comarca reúnen los requisitos que muchos ciudadanos, sobre todo del centro y norte de Europa, buscan para establecerse, y no sólo para venir unos meses al año.