En honor a la verdad, Michele Diana llegó a la Costa del Sol siendo un completo desconocido. De hecho era más popular en la prensa rosa por su romance con Aguasantas, una ex concursante de gran Hermano VIP, que por el fútbol. Pero pronto desterró las etiquetas, clichés y demostró ser un profesional en el campo que se metió a la afición en el bolsillo con su carácter luchador y ganador. Marbella fue su catapulta. Tras su debut en Segunda B, siguió su periplo en el Mérida, Ebro, Melilla y ahora el Lleida. Curiosamente siempre se ha vuelto a enfrentar con su equipo al Marbella, esta vez no iba a ser menos. El 16 de diciembre volverá encantado al Antonio Lorenzo Cuevas para jugar la primera ronda de la Copa del Rey, aunque advierte: "En el campo no conozco ni a mi padre ni a mi hermano, luego todos son amigos". Diana solo tiene palabras de agradecimiento por el trato recibido en su corta estancia en la ciudad. "Tengo mucho cariño a Marbella porque es donde me di a conocer. La gente todavía me escribe para desearme suerte y es muy bonito", comentó en Onda Deportiva Marbella con Julio Rodríguez.