Ribot esquivó las preguntas incómodas sobre el desmantelamiento de la estructura ganadora este verano, la ausencia del presidente Zhen, la deuda que denunció en los tribunales el anterior presidente Alexander Grinberg por el impago de 900.000 euros de la actual propiedad; cuestiones que se acumulan porque no concedió entrevistas a medios de Marbella desde marzo de 2020. "Tú solo quieres hablar de lo negativo", insistió quien lleva las riendas del club.
Con la seria amenaza de un descenso, que con el formato de competición podría ser de dos categorías, no comprendió que la afición dudara de continuar con su compromiso del club en un escenario de nivel deportivo inferior. "Pensar que nos vamos a ir es no conocernos. Ahora en los momentos difíciles es cuando más estamos. Vine a Marbella a hacer al club lo más grande que podamos. Asumo que la séptima posición es decepcionante, obvio, pero no hay grietas con la dirección deportiva, el entrenador ni los jugadores".