Esperanza, incertidumbre y expectativas conforman un tándem que depende factores de tanto peso como los principales: la evolución de las cifras sanitarias y la vacunación. Mayo cerró el mes con una ocupación en la Costa del Sol del 40,96% de sus establecimientos abiertos y en funcionamiento, que no pasaba del 39%. Mientras, junio inicia la actividad aún con un 48,06% de las plazas cerradas y un 54,24% de los establecimientos existentes abiertos al 40,48% de ocupación. Aún así, instituciones, sindicatos y patronal se muestran esperanzados, aunque con prudencia. Momento crucial, por tanto para el sector, en la antesala del inicio de la temporada alta, que aunque se afronta con cierto optimismo y se vislumbra el inicio de la recuperación, nos llama a mantenernos prudentes y pendientes de la evolución de la pandemia, con sus flecos del ritmo del proceso de vacunación, además de la situación de mercados de gran peso como el británico, que nos mantienen en semáforo ámbar. Sin olvidar que el Certificado Verde Digital Europeo no se espera, como pronto hasta principios de julio.