El próximo 29 de diciembre, que será día miércoles, se conmemorará la firma del contrato para construir una obra maestra musical: el Órgano del Sol Mayor de Marbella, considerado uno de los más importantes creados para una iglesia en el pasado siglo XX. Ese patrimonio artístico podemos disfrutarlo gracias al tesón de la asociación que vela por él, tras una profunda rehabilitación y puesta a punto que costó, hace ya unos años, más de 30.000 euros. El bello órgano mira de frente al altar mayor de la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, que goza de una acústica perfecta. Ello fue lo que movió al artista visual alemán y organista, radicado entonces en Marbella, y hoy vecino de tierras vallisoletanas, Michael Reckling, a plantear a Monseñor Don Rodrigo Bocanegra embellecer el templo con la planta y los sonidos de un órgano. La idea recibió el apoyo decidido de pioneros del turismo como Don José Luque Manzano y otros empresarios reunidos en la Hermandad de Santa Marta. Fueron sus creadores los maestros organeros catalanes Gabriel Blancafort y Juan Capella. Junto con Michael Reckling y José María Arrizabalaga, el órgano fue una realidad: cinco mil tubos, hasta sesenta registros, cuatro teclados de cincuenta y seis notas, un pedal de treinta y dos notas y de un dieciséis pies que luce imponente en el templo. Fue también un 29 de diciembre, en 1975, cuando sonó por vez primera el fabuloso instrumento, con un concierto que dio paso, a través del tiempo y hasta hoy, a memorables momentos musicales. Reckling y Pilar Cabrera fueron organistas titulares, y el rondeño Javier Villero lo continúa siendo hoy. La Asociación Amigos del Órgano del Sol Mayor prepara ahora una serie de actos para conmemorar la firma de aquel contrato, que 50 años después, es un instrumento único del que la ciudad de Marbella y su gente deben sentirse orgullosos