Según Ángel Haro, "me parece un auténtico disparate lo que se ha producido por varias razones. En primer lugar, me parece injusta. El ente federativo se ceba con un jugador. El CTA reconoció públicamente que aquella tarjeta amarilla no se tenía que haber sacado. Además, es desproporcionada. El daño que hace Sergio con sus declaraciones no es en absoluto proporcional a esta sanción tan severa. Y hay un agravio comparativo en situaciones que se producen de forma análoga y recurrente por parte de jugadores de equipos con más poderío y que no se sancionan de la misma forma".
El presidente verdiblanco habla de un uso "torticero a esa expresión y han derivado poco menos que lo que dice Canales es que los árbitros prevarican. Me parecen muy graves estos cuatro partidos y seguiremos recurriendo y defendiendo los intereses de un jugador que tiene un comportamiento intachable dentro y fuera del campo".