Tras los años en que la pandemia golpeó las arcas de todos los clubes de fútbol, el Betis ha conseguido arrojar beneficios. Aunque escasos, apenas 170.000 euros, es significativo que las cuentas hayan pasado de 38 millones de deficit a estos números positivos. El director ejecutivo, Ramón Alarcón, subrayó que "nuestra idea es que el dinero tiene que estar en el campo. Y es así, lo empleamos en los futbolistas y en infraestructuras, tanto el estadio como la ciudad deportiva". El activo del club ha ascendido hasta los 193 millones, "aunque el valor extracontable podría llegar a los 400". En el otro lado de la moneda encontramos unos fondos propios negativos de 70 millones de euros. Por otor lado, el pasivo financiero, el que se debe a los bancos, ha pasado de 110 millones a 97, de los cuales, sólo diez son a corto plazo. También se ha visto reducida la deuda comercial, de 100 millones a unos 87. Y, por último, hay unos sesenta millones en el capítulo de "otros pasivos no financieros; de ellos, 48 son de CVC (préstamo participativo), que desde el punto de vista mercantil se consideran como fondos propios y se paga en unas cómodas condiciones a través de LaLiga durante cincuenta años". El Betis presentará el mayor prespuesto de su historia, alcanzando los 188 millones de euros.