El ejecutivo coruñés tiene que mejorar la economía del club y dar los recursos necesarios a los que se encargan de ganar partidos. Ha incidido en que el Sevilla tiene que ajustar su economía para ser sostenible. En cuanto a liquidez, no hay problemas porque está el préstamo de Goldman Sachs por valor de 108 millones de euros. Pero hay que cuadrar las cuentas y para ello, González-Dans quiere que el club recupere el antiguo modelo de negocio de firmar jugadores desconocidos que den rendimiento deportivo y luego se puedan vender por buenas cantidades.
De esa forma, las arcas nervionenses no volverán a pasar por situaciones como la actual, presentando unas pérdidas en la próxima junta de 80 millones de euros. Ese déficit tiene varios motivos: el Sevilla se vino arriba presupuestando que llegarían a cuartos de final de la champions… y luego llegó el descalabro. También influye la mala clasificación liguera de los dos últimos años, que hace que desciendan mucho los ingresos por derechos televisivos. Y además, la entidad tuvo que arreglar el desaguisado que suponía tener una plantilla de escaso rendimiento y altísimos sueldos. Para deshcerse de esos futbolistas, el Sevilla Fútbol Club tuvo que desembolsar decenas de millones en rescisiones e indemnizaciones.
De ahí que el nuevo director general vaya a ejecutar un plan de reestructuración del club, con recortes económicos, cambios en muchas áreas de la entidad y una regeneración de la plantilla, con sueldos más bajos, que ya comenzó este verano. Eso sí, habrá que ver qué pasa en la junta de accionistas de diciembre. Ninguna de las dos partes, dirigentes y oposición, tiene claro que va a pasar una vez que venza el 10 de diciembre el pacto de las minorías. ¿Y si vuelve Del Nido Benavente? ¿Qué futuro le espera al Sevilla?