El expresidente afirmó que "el Sevilla me necesita. Con mi experiencia y el empuje que tengo, lo levantaría. Yo podría coger 125 millones de euros por mis acciones, pero el Sevilla es mi vida. Este consejo gana las votaciones de forma ilegítima. A ver si también ganan algún partido, porque es una vergüenza que nos estemos arrastrando por los campos. A ver si el director deportivo ficha jugadores que ganen y entrenadores que ganen". Del Nido aseguró que la situación económica es tan crítica como la deportiva. "En 2019 teníamos más de 50 millones de euros en positivo con los bancos y ahora tenemos una deuda bancaria de 300 millones de euros. En cualquier empresa despedirían a todos por estos números". Criticó que la entidad haya suscrito un crédito de 108 millones de euros "justo antes de la junta. Quiero saber qué comisiones y honorarios tiene ese crédito, no vaya a haber algún chupóptero. Piden un crédito para tapar sus errores a pagar en diez años, con lo cual el que venga que arree. Que lo pague otro".
Al no poder votar, le tumbaron su propuesta de que cualquier operación de más de un millón de euros tuviera que ser aprobada en junta de accionistas y también la petición de que el sueldo de los dirigentes tenga una cantidad fija y el resto dependa de resultados deportivos y económicos. El abogado sevillano atacó "la actitud caciquil de este consejo" y afirmó que "cada noche rezo al Cautivo por el Sevilla. Hay motivos para decir que la entidad se va a pique de verdad en los próximos años. Hay que ser nefastos gestores para ganar un título de Europa League, clasificar al equipo cuatro veces para Champions, que es la aspiración de cualquier sociedad deportiva española, y encima perder 125 millones de euros". Con respecto al enfrentamiento con su hijo, Del Nido Benavente aseguró que "lo llevo muy mal, porque soy su padre. Me da pena que tenga esta actitud".
