El técnico catalán reconocía que este encuentro con el Celta "lo hemos trabajado de forma distinta por lo que significa. Es el último partido de Jesús delante de su afición y con sus compañeros. Es un partido súper emotivo, muy especial, pero preparándolo con toda la ilusión, toda la energía y las ganas de hacer un buen partido ante un rival muy difícil. El primer implicado ha sido Jesús durante toda la semana. Hay que tener en cuenta la importancia del partido, que es oficial y con tres puntos en juego muy importantes. Dentro de esa emotividad, los jugadores son muy profesionales, el primero Jesús dando ejemplo. Un partido diferente en el que habrá supongo situaciones de homenaje al inicio y al final, pero durante el juego necesitamos dar nuestra mejor versión como siempre para ganar tres puntos muy importantes. Tienen un entrenador increíble que está haciendo las cosas muy bien desde la temporada pasada. Ha dotado al equipo de un sistema increíble de juego con muchos chicos del filial y capaces de competirle al Madrid o empatar con el Barcelona. Seguro que habrá esa comunión entre la grada y los jugadores. Con la ayuda de todos deberemos pelear por conseguir los tres puntos".
García Pimienrta subrayó, en una rueda de prensa repleta de preguntas sobre Navas, que "he tenido la gran fortuna de entrenar a Jesús. Ya no al Jesús Navas que todo el mundo conoce como jugador. Yo he conocido a la persona y me he quedado asombrado. Ha sido un verdadero placer entrenarle, pero por la persona. Ese sí que es un ejemplo de que una persona como él, con 39 años, entrene como lo ha hecho hoy y como lo hará la semana que viene hasta el último día que se ponga la camiseta. Ha sido un privilegio entrenarle y eso me lo llevo para mí. Es un futbolista que predica con el ejemplo. Llega el primero, se va el último, entrena siempre al 100% y no pone excusas. Cuando juega de titular lo hace bien y si no, está preparado. Es un ejemplo con su forma de ser, de entrenar y de jugar para el resto de canteranos. Todo el mundo lo admira y nunca ha dado una voz más alta que otra. No sé de nadie que hable mal de él. Es fácil venir aquí y decir que es un gran jugador, pero si todo el mundo habla maravillas es porque, en toda su carrera ha sido también una excelente persona".
Además, explicó que antes de retirarse el palaciego ha querido transmitir un mensaje en el vestuario: "El mensaje de Jesús ha sido muy claro. Somos todos unos privilegiados de pertenecer al Sevilla, de vestir esa camiseta y que hay que defenderla a muerte. Que la afición se tiene que sentir orgullosa, que está muy agradecido a la plantilla y a los que estamos alrededor porque somos su familia y siempre hemos querido ayudarle. Tenemos que seguir su camino".