La Guardia Civil, dentro de la prevención de seguridad ciudadana y en concreto del Plan de Respuesta Policial al Tráfico Minorista de Drogas en Zonas de Ocio, había recabado datos, gracias a la colaboración ciudadana, sobre una posible actividad de tráfico de drogas en cierta zona con gran afluencia de menores.
En concreto, se trataría de un joven dedicado a realizar transacciones de droga con gran rapidez, especialmente atento a movimientos de las fuerzas y cuerpos de seguridad y con cantidades pequeñas de drogas con las que eludir la acción de la justicia o de las que deshacerse rápidamente.
Estos hechos, así, se produjeron en la calle Arco de la Carne esquina con la calle Alameda, donde los agentes, debido a un dispositivo realizado, así como por informaciones recibidas de los ciudadanos y la propia investigación llevada a cabo por la Guardia Civil en la localidad de Carmona, interceptaron a un vehículo sospechoso de poder ser utilizado para el tráfico de drogas.
Ante las muestras de nerviosismo del conductor, los agentes procedieron a la identificación de R.B.P., de 22 años, y a registrar tanto sus pertenencias como el vehículo, resultando el registro positivo, interceptando dosis de cocaína y hachís dispuestas para la venta y el dinero obtenido de otras transacciones anteriores, procediendo a la detención del mismo y puesta a disposición judicial.
