Gracias a la colaboración ciudadana, los agentes pudieron ubicar rápidamente la localización exacta; se vio que se trataba de una vivienda ocupada que funcionaba como punto de venta de droga, en la que residía una menor de 6 años, y que se constató que era frecuentado por menores de edad que se iniciaban en el consumo de droga. Los agentes, tras considerar la gravedad de los hechos denunciados, iniciaron labores de vigilancia del entorno y pudieron observar que efectivamente había un trasiego de personas a la casa, tratándose en su mayoría, de jóvenes de la localidad. Durante los operativos se denunció a varios menores de 16 años, los cuales salían de adquirir droga de ese domicilio para después repartirla. Durante varios días los agentes obtuvieron indicios suficientes para demostrar una venta sistemática de hachís y por tanto, el delito contra la salud pública.