Limitar los aforos como se ha hecho en los supermercados y aplicar esa misma medida en el comercio y la hostelería, sí podría tener sentido una vez finalizado el estado de alarma en las condiciones actuales, pero trasladar ese límite a un teatro o una sala de espectáculos no sería posible. Según Ángel López, propietario de la Sala Cero y miembro de la Asociación Escenarios de Sevilla que aglutina a otras salas como la Imperdible o la Fundición, el gasto que conlleva una producción teatral no les permitiría abrir sus puertas, ya que para que fuera rentable, tendrían que subir el precio de las entradas a un nivel inadmisible para el espectador. Tomar la temperatura al público antes de permitir su entrada en la sala, y la necesidad de recibir ayudas públicas, son algunos de los temas sobre los que hemos hablado en esta entrevista.