AYUNTAMIENTO DE SEVILLA

El alcalde de Sevilla descarta rotundamente un pacto con Vox y planea una cuestión de confianza

El alcalde de Sevilla José Luis Sanz ha hablado esta mañana por primera vez de la posible entrada de Vox en el gobierno municipal y ha despejado cualquier duda. Ha dicho rotundamente que "no" va a pactar con Vox. La primera semana de junio convocará un pleno de presupuestos donde el PSOE dice "tiene aquí una oportunidad para abstenerse y demostrar que no quieren que Vox entre en el gobierno". Si en ese pleno los grupos siguen votando no a las cuentas, se planteará una cuestión de confianza.

Juancho Fontán

Sevilla | 16.05.2024 13:52

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz
El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz | Francisco J. Olmo - Europa Press

“Tengo una mayoría suficiente que permite gobernar” Así de claro ha sido el alcalde José Luis Sanz cuando los medios de comunicación le han preguntado esta mañana sobre la posible entrada de Vox en el gobierno municipal a pesar que desde esta formación se insiste en la idea de que hay una negociación, unas conversaciones avanzadas con el PP para que esto sea así.

"Lo mismo que decía cuando empecé de candidato, lo digo ahora después de diez meses que llevo de alcalde de Sevilla. Quiero seguir gobernando en solitario. No voy a pactar con Vox" ha querido dejar claro el alcalde.

Conversaciones reconoce Sanz que hay, pero al igual que con todos los grupos dice, para otro tipo de cuestiones como con los presupuestos. Por eso el alcalde les va a "brindar" una nueva oportunidad a los grupos y va a convocar para el 4 o 5 de junio otro pleno de presupuestos. Dice que no necesita un sí, que solo le basta con una abstención de Psoe o de Vox a los que les ha pedido "responsabilidad".

Si vuelve a salir la negativa de todos los grupos a estas cuentas, se planteará una cuestión de confianza.

Este pleno se puede convocar a los 3-4 días siguientes del pleno de presupuestos. Si también votan no al pleno de cuestión de confianza, se abre el plazo de un mes para que los grupos planteen una moción de censura, que si finalmente no se presenta, los presupuestos quedarían aprobados automáticamente aunque haya abstenciones.