La investigación comenzó a principios de año, cuando los agentes detectaron un flujo elevado de personas consumidoras de estupefacientes en una vivienda. La Policía identificó a un grupo criminal "perfectamente organizado", en el que cada uno de los miembros tenía asignada una misión: desde los 'aguadores', que avisan de la llegada de agentes, hasta el 'lider', que auxiliado por personas de su confianza controlaba todo el proceso de compraventa a través de cámaras de vigilancia instaladas en el domicilio, según detalla la Policía en un comunicado.
Los agentes pusieron en marcha el pasado mes de abril un dispositivo que permitió la completa desarticulación de la organización y la detención de sus responsables. Fruto de este operativo se practicaron cuatro registros domiciliarios donde se incautaron cocaína, heroína, diez botellas de oxido nitroso ('gas de la risa'), sustancia para corte, y un arma de fuego junto con un paquete de 5 kilos de sacarosa empaquetado como si fuera cocaína.
Finalizadas las diligencias policiales, los catorce detenidos fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial.