Según ha explicado la Policía Nacional "el acoso comenzó cuando tras una cita entre la detenida y el denunciante, ella le obligó a mantener relaciones sexuales para poder salir de la vivienda". Una vez pudo marcharse de la misma, "el hombre intentó evitar a esta mujer, no volviendo a quedar con ella, debido a los hechos acontecidos".
A partir de ese momento, la detenida comenzó a presentarse en el domicilio de la víctima "sin previo aviso, llegando incluso a tener en alguna ocasión hasta 77 llamadas perdidas en un periodo de tiempo de unas pocas horas".
Según pudieron comprobar los agentes, el acoso hacia este hombre se volvió cada vez más intenso, logrando que la víctima volviera a quedar con ella, e incluso accediera de manera coactiva a mantener relaciones carnales con la mujer, bajo amenazas e insinuaciones de denunciarle ante la Policía como víctima de violencia de género si no atendía sus requerimientos.
Pasadas unas semanas, el hombre, "sintiéndose víctima y tras haber recopilado varias pruebas de lo que estaba ocurriendo, interpuso la correspondiente denuncia ante la Policía Nacional, solicitando una orden de alejamiento respecto de la mujer".
Finalmente y fruto de dicha investigación, se procedió a detener a la mujer por delitos de Agresión Sexual, Detención Ilegal, Acoso y Coacciones, pasando a disposición de la Autoridad Judicial, decretando la misma Libertad Provisional y Prohibición de Comunicación y Acercamiento a menos de 500 metros de la víctima.