Después de reunirse con los vecinos de San Jerónimo y el Cerro del Águila, hoy el delegado de derechos sociales en el ayuntamiento de Sevilla, José Luis García ha querido explicar tanto a los medios de comunicación como al resto de vecinos de Sevilla en qué consisten estos centros de resiliencia, que es así como se van a conocer, y no albergues como ha vuelto a insistir una vez más.
"Son centros residenciales no de puertas abiertas" ha querido insistir el delegado que ha explicado que "nadie que venga de la calle va a poder tocar a la puerta para pedir cobertura y que atiendan su emergencia". Las personas que acudan a estos centros serán derivadas por las entidades sociales o por los servicios de emergencias municipales.
El gobierno ha querido defenderse de las críticas de los vecinos advirtiendo que "ya hay dos centros" como este en la ciudad que están "completamente integrados" y que, además, "habrá uno en cada distrito" como ha explicado el delegado José Luis García.
Tendrán capacidad para 25 personas y cada una de ellas contará con un responsable que le acompañará en su "salto a una nueva vida", porque en estos centros se les prepara para ello. Además, no van a ocupar ni el 50% de la parcela donde se van a construir.
En uno de ellos solo se va a atender a mujeres víctimas de violencia de género y de trata, y en el otro, a personas que salen del hospital y no tienen después donde ir.
La propuesta ha sido respaldada por 16 asociaciones y entidades que se encargan del colectivo de personas sin hogar.
A los vecinos que se oponen, el delegado les ha vuelto a insistir que estos centros "no van a causarles ningún tipo de problemas de convivencia" y a los de la Macarena, que "va a ayudar a solucionar el problema" que tienen en el barrio con las personas sin hogar. "Habrá un cambio brutal en La Macarena y la ciudad" ha asegurado el delegado.
García ha anunciado además que entre diciembre y enero habrá una unidad de calle por distrito que van a trabajar de la mano de entidades sociales y vecinales para "evitar" que sigan viviendo personas en la calle que no quieren hacer uso de los recursos que se les ofrecen.