Sus obras, "retratos impactantes", sobresalen por la "brillante técnica de ejecución y esa fina elegancia que solo consiguen los clásicos". En la contemplación de su obra, "resulta inequívoca la reminiscencia al Renacimiento más sublime, con una composición de invocación cuatrocentista, en la que deslumbran los fondos planos monocolores, de un rojo rotundo --el 'rojo Salustiano'--, o un negro tornasolado, logrados a partir de pigmentos naturales que saturan ese fondo y lo desbordan, contagiando la ropa".
"Ello consigue aislar las figuras, mayoritariamente torsos, obteniendo un efecto de tridimensionalidad superlativa, a modo de rompimiento de gloria del siglo XXI. De este modo, sus figuras se convierten en tipos iconográficos de nuestro tiempo, consiguiendo ser el paradigma de un nuevo neorrenacimiento de rotunda contemporaneidad".
Entre los numerosos reconocimientos que ha recibido, destacan el Premio de Pintura Focus-Abengoa y el Premio Nacional de Artes Plásticas de la Fundación Rafael Botí.
Salustiano actualmente trabaja con galerías estadounidense de Nueva York y Miami; Múnich, Nuremberg, Hamburgo y Berlín (Alemania); París (Francia); Florencia (Italia); Dusseldorf (Alemania); Palm Beach, Holanda, México DF, Santiago de Chile, Maryland, Seúl (Corea del Sur); Sun Valley (Idaho) y Tel Aviv (Israel).
Desde 1994, Salustiano ha mostrado sus obras en diversas ciudades de España, Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, China, Corea del Sur, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Hong Kong, Italia, Israel, Japón, Jordania, México, Países Bajos, Perú, Portugal, Reino Unido, Rumanía, Rusia, Singapur, Suecia, Suiza, Taiwán y Turquía.