En el interior del inmueble, los agentes contactaron con los propietarios de la vivienda, una mujer de 39 años y un hombre de 45.
Se trata de una vivienda completamente desamueblada, y en su salón se encontraban siete menores de seis años, sentados y tumbados en el suelo, sin guardar la distancia de seguridad entre ellos, y junto a estos menores estaba una mujer de 27 años que decía estar contratada verbalmente por los propietarios del inmueble para servicio doméstico y para cuidar niños, al tener titulación de Educación Infantil.
En otra de las habitaciones, cinco menores de unos 8 o 9 años de edad, sentados alrededor de una mesa realizando tareas educativas, sin protección y sin guardar distancia de seguridad, junto a un varón de 42 años.
El establecimiento no dispone de licencia ni autorización por parte del Ayuntamiento ni por la Junta de Andalucía para el ejercicio de esta actividad educativa.
En una de las habitaciones, la que pudiera ser cocina de la vivienda, había una mesa con frutas, pan y envases de comidas preparadas careciendo de refrigeración, con cuatro vasos para el total de los menores. En la inspección realizada, los agentes pudieron observar como carecían de guantes, geles hidroalcohólicos, extintores, botiquín de primeros auxilios, cartelería, etc.
Los agentes ordenaron la suspensión de la actividad iniciando los correspondientes expedientes sancionadores por los diferentes incumplimiento así como dar traslado de lo ocurrido a las diferentes administraciones competentes en el asunto, tanto por los incumplimientos por no respetar las medidas establecidas en el estado de alarma, como por el ejercicio de la actividad educativa.