El Ayuntamiento coriano ha puesto en marcha este proyecto piloto, que nace con la intención de poder extenderlo a otras zonas del municipio y a otros pueblos del entorno. Servirá como refugio para estorninos, vencejos, gorriones y murciélagos, que controlarán de manera servicio natural las plagas de insectos.
La torre, idea de un matrimonio vecino de Brenes, la ha cedido gratis al Consistorio, tiene capacidad para 150 nidos y un espacio en la parte baja de la torre para 300 murciélagos, animales que comen en torno a 1.000 mosquitos a la hora.
La estructura tendrá que ir colonizándose poco a poco, de forma que hasta dentro de unos años no podrá evaluarse la efectividad.
Dos ingenieros, uno forestal y otro industrial, han dado forma técnica al proyecto para que pudiera ser homologado. Además de la torre, se ajardinará la zona para favorecer la biodiversidad con plantas aromáticas y autóctonas. Esta torre da respuesta, además, a un problema creciente: la imposibilidad de las aves de anidar en los edificios actuales, sin oquedades.