El servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla ha incorporado un láser de diodo para la regeneración y la mejora funcional vulvovaginal, con el objetivo de tratar diversas patologías que afectan a la salud femenina, como el dolor durante las relaciones sexuales, la sequedad, la atrofia o la incontinencia urinaria, así como lo relacionado con la estética genital.
El dispositivo es versátil, gracias a que dispone de diversos cabezales que se aplican, externa o internamente, dependiendo de la patología que se trate. Entre las múltiples posibilidades que ofrece este láser, los expertos señalan los importantes resultados que presenta en el tratamiento de numerosas patologías que afectan el aspecto funcional y estético de la vagina, tales como el síndrome genitourinario de la menopausia, la atrofia vulvovaginal, dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales), sequedad vaginal (especialmente indicado en pacientes oncológicas), liquen escleroatrófico, prurito y disconfort, hiperlaxitud vaginal, incontinencia de esfuerzo leve, condilomas y verrugas provocadas por al VPH, exéresis de lesiones o labioplastias.
José Famian Hernández Abdelah, ginecólogo del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla, explica que este dispositivo es capaz de emitir un láser de estado sólido, no ablativo, que tiene como objetivo estimular la capa basal de la piel y la mucosa, promoviendo el crecimiento de los fibroblastos que, junto con la aplicación de factores de crecimiento humanos durante el tratamiento, provoca la creación de nueva elastina y colágeno. “Es un tratamiento que se hace en consulta con sesiones de 20-25 minutos, no quema, ni duele y produce en la inmensa mayoría de las pacientes unos resultados notables con la capacidad de mantenerse en el tiempo”, añade el doctor Hernández.
Además, el tratamiento láser es totalmente compatible en combinación con otros tratamientos y se puede aplicar en un gran número de pacientes, independientemente de su edad y de si se encuentra más o menos limitada por otras patologías o enfermedades, como es el caso de las pacientes oncológicas. Según reconoce el doctor Hernández, el resultado óptimo con este tratamiento se da, en la mayoría de las ocasiones, realizando tan solo entre tres y cuatro sesiones cada dos o tres semanas. A pesar de todo, aclara el doctor que “no se trata de un tratamiento para todo tipo de paciente, ya que se necesita una valoración médica previa para ver si se es o no candidata a terapia láser y a qué tipo de láser”.
“Las pacientes que más se interesan por este tratamiento son, sobre todo, aquellas que llevan tiempo con síntomas que limitan su calidad de vida y que ya se han intentado ponerle solución a su patología con medicación o cirugía, sin éxito”, concreta José Famian Hernández.
Los motivos más comunes de consulta en relación con este tratamiento, por perfil de paciente, van desde la dispareunia, la hiperlaxitud o la incontinencia incipiente en el caso de las más jóvenes, hasta patologías como la atrofia, la sequedad o el picor en las mujeres en edad peri o postmenopáusica, las cuales las limitan a la hora de tener una vida sexual plena. No obstante, la parte estética también supone un gran número de dudas y consultas con los expertos, sobre todo en relación con la remodelación de los labios vaginales, una patología que provoca incomodidad e inseguridad.
Por último, el doctor Hernández recuerda que, a pesar de que popularmente se haya optado por acuñar el término “rejuvenecimiento vaginal” para referirse a este tratamiento por su efecto estético, no es correcto ni preciso, ya que, como reconoce, “hay que diferenciar la regeneración y la funcionalidad estética”. “Al conseguir una mejor lubricación, elasticidad vaginal y una mucosa más funcional, sí podríamos decir que se produce ese rejuvenecimiento vaginal, pero con el uso del láser es mucho mejor hablar en términos de regeneración y mejora funcional”, concluye.