El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente, ejecuta desde el pasado 28 de enero las obras de conservación y rehabilitación de la Fábrica de Artillería para su adecuación como Centro Magallanes de Industrias Culturales y Creativas. Los trabajos, adjudicados por un importe de 17,9 millones de euros a la UTE conformada por Ferrovial y Heliopol, se están desarrollando ya en todas las naves que conformarán el nuevo equipamiento cultural conforme al diseño coordinado por el equipo técnico municipal y avalado por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico. Las obras tienen un periodo de ejecución de 18 meses, de forma que el objetivo es que estén concluidas y que el nuevo centro municipal pueda entrar en servicio durante el año 2022. Se trata de una actuación cofinanciada entre el Ayuntamiento y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) a través del programa de Cooperación Interreg V-A España Portugal (POCTEP) 2014-2020.
“El inicio de las obras de la Fábrica de Artillería demuestra que los sueños de una ciudad como Sevilla y de un gobierno a veces se cumplen con constancia y trabajo serio y riguroso. Es un proyecto que consigue recuperar parte del inmenso valor patrimonial de la ciudad y ponerlo al servicio de la cultura, del emprendimiento y de la reactivación económica. Esta es una de las actuaciones de mayor envergadura y más ambiciosas desde el punto de vista patrimonial y cultural que están en marcha en estos momentos en el sur de Europa y que se ha llevado a cabo en las últimas décadas en la ciudad. Una importancia que se debe tanto a lo que suponen las obras como al uso que tendrá esta fábrica dentro de unos años”, explicó el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, quien realizó la primera visita de obras a este proyecto acompañado del delegado de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura, Antonio Muñoz; la delegada de Patrimonio, Carmen Fuentes; el delegado de Economía, Comercio, Relaciones con la comunidad universitaria y área metropolitana y del distrito Nervión, Francisco Páez; y los equipos técnicos de Gerencia de Urbanismo, ICAS y las empresas adjudicatarias.
El proyecto cofinanciado con fondos europeos se está ejecutando sobre los 8.000 metros cuadrados de la parte occidental de la Fábrica de Artillería. En estas naves se ha planteado una propuesta arquitectónica que adapta los espacios a los nuevos usos conservando con un criterio arqueológico las texturas, huellas y cicatrices de las reformas a las que se ha visto sometido el edificio con el paso del tiempo. Se apuesta además por intervenciones mínimas y de carácter reversibles que adquieren distintas formas en función de las cualidades y de la singularidad de cada uno de los espacios. El diseño contempla que el propio edificio y su arquitectura es el principal elemento patrimonial a conservar y poner en valor. Todo este trabajo está coordinado por un equipo multidisciplinar de amplia trayectoria en intervenciones sobre el patrimonio en el que participan más de 30 profesionales dirigidos por Eduardo Martínez (que ha desarrollado trabajos en Capilla Real y el Sagrario de la Catedral; la Giralda; o en el Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz) y Francisco Reina (con proyectos en Itálica, Carmina, Carteia o Baelo Claudia).
El proyecto que se está ejecutando recoge en primer lugar una integración de la fábrica de Artillería en el barrio de San Bernardo con la apertura de la calle interior como prolongación de la calle Cristo de la Salud extendiendo el orden urbano al interior del complejo y convirtiendo a la fábrica en un nexo. Del mismo modo, se recuperan las cubiertas con accesibilidad universal como un espacio visitable y una oportunidad de acercamiento al conjunto de la fábrica. Las distintas naves se adaptan a los nuevos usos. Así, las crujías de fachada de Eduardo Dato pasarán a ser la zona de administración y gestión; el taller de Barrenado se habilitará como sala polivalente; la nave del Botaní será el foro Magallanes; el taller de Fundición será el área de Creación y las naves de Crisoles serán el espacio de formación.
En paralelo al desarrollo de estas obras, el Ayuntamiento de Sevilla, a través del ICAS, trabaja en colaboración con Centquatre (Paris) y ZEmos 98 para la definición de un modelo de gestión cultural y de uso de los espacios del nuevo Centro de Magallanes de forma que se convierta en un equipamiento cultural singular que apueste por el emprendimiento y que sea un elemento de reactivación y dinamización de la actividad económica en la ciudad de Sevilla con proyección nacional e internacional.
De hecho, el proyecto Interreg V-A España Portugal aprobado incluye además de la propia conservación, rehabilitación y adecuación de la fábrica de Artillería una amplia estrategia entre los socios de los dos países para mejorar la competitividad de las empresas culturales, impulsar la innovación y fomentar la colaboración transfronteriza