Es tarea de Lopetegui que algunos hombres como Reguilón, Jordán, Koundé, Munir o Nolito recuperen el fútbol que mostraron hace no demasiadas semanas. Y más tarea tendrá, quizás, con dos casos que están recibiendo muchas críticas por parte de la afición: Banega y De Jong. En el caso del argentino, después de que el Al-Shabab anunciara su fichaje para junio horas antes del Sevilla-Granada, el 25 de enero, ha firmado partidos muy discretos. El rendimiento de Ever ante Mirandés, Alavés y Celta fue realmente bajo y de hecho en el partido de Balaídos no fue titular. El técnico vasco tendrá que meter a Banega en la pelea o de lo contrario el equipo perderá una pieza fundamental de su engranaje. Tema aparte es el de Luuk de Jong. El holandés sólo ha anotado 3 goles en 18 partidos, guarismos muy lejanos de los que se esperaban y más teniendo en cuenta las muchas oportunidades que le da el míster. Y por último hay un jugador que ni siquiera aparece en los listados de quejas de la afición, por su escasísima presencia. Y debería ser el caso más sangrante por su coste: nada menos que 23 millones de euros. Rony Lopes es un misterio sin resolver. Lopetegui ha visto que no rinde lo mínimo exigible en primera división y sólo le ha dado 21 minutos en liga. Algo menos de 400 ha tenido en Europa League pero con rivales de poca entidad. Uno de los jugadores más caros en la historia del club está pasando sin pena ni gloria por Nervión. Bueno sí, con mucha pena y poca gloria.