El centro acumula tres denuncias concretamente. Al margen de la pequeña de siete años, otros progenitores denunciaron que unas profesoras habían compuesto un villancico para burlarse del aspecto físico de un niño con autismo.
La familia denunció el caso, pero en el centro les recomendaron no airear el caso y decidieron cambiarlo de colegio.
El director de una fundación dedicada a la integración de personas con diversidad funcional, Antonio Guerrero, ha explicado a Onda Cero que a la familia de este niño el centro les dijo que qué querían para que el caso no saliera a la luz y ellos dijeron que sacar al pequeño de ese "ambiente hostil", por lo que decidieron cambiarle de escuela.
"Ayer me llamó el padre diciéndome que se arrepentía mucho porque igual a estos niños no les hubiese pasado esto y le dije que no se preocupara porque él lo que quería era lo mejor para su hijo en ese momento", afirma Guerrero ante el arrepentimiento del padre por no denunciar.
En un tercer caso, un niño volvió a casa con lesiones en la cara y desde el centro le dijeron a la familia que el niño se había golpeado solo.