Desde hace tiempo venimos hablando del problema que hay con la atención primaria, de la falta de médicos y sobre todo de los que van a faltar cuando se jubilen muchos de los que hoy están ejerciendo. La puerta de entrada al sistema sanitario andaluz está encajada y las esperas para poder ver al médico de familia en algunos centros de salud siguen siendo demasiado elevadas.
Todavía por parte de la Consejería de Salud, se le hecha la culpa a la pandemia y a los ajustes que hubo que hacer, pero el principal motivo de este colapso es que no hay médicos de atención primaria suficiente. De forma reiterada la consejera, Catalina García, viene reclamando al Gobierno central que se autoricen más plazas MIR de esta especialidad.
El proceso de adjudicación de las 8.772 plazas para Médico Interno Residente en España terminaba el pasado viernes con un total de 473 puestos vacantes, principalmente de médicos de Atención Primaria. Andalucía era de las que más plazas ofrecía y también ha sido de las que más vacantes ha acumulado: un total de 66, sólo por detrás de Cataluña y Castilla y León. De éstas, 64 son de médicos de familia, el 15% de las que se habían ofertado. Por primera vez en los últimos años, no se han cubierto todas las disponibles.
En Sevilla concretamente no han quedado plazas vacantes pero sí las hay repartidas por casi todo el territorio, especialmente en la provincia de Jaén. Desde hoy y hasta el día 24 se vuelven a adjudicar esas vacantes. Y uno se pregunta por qué los estudiantes prefieren otras especialidades. Las que primero se agotan siguen siendo dermatología y estética. Desde el sindicato CSIF dicen que el problema está en las condiciones laborales y la presión que sufren y cómo afecta a su salud mental.
En un análisis más pormenorizado de los datos también debemos tener en cuenta para saber qué ocurre. La oferta de plazas de medicina familiar y comunitaria es la mayor, multiplica por cinco la de la segunda especialidad, es lógico por tanto que sea en la que más sobran. Por otra parte, este año ha habido más incomparecencias que nunca: casi el 30% de los estudiantes han decidido no escoger plaza porque se supone que ya no le quedarían en su turno las que quería.