Son muchos los castillos y rincones a los que nos ha llevado Carlos Díaz, desde Viajar por Aragón, y en esta ocasión, la propuesta que nos hace nos lleva a unas dos horas de Zaragoza, una si se va de Teruel y dos horas y media si se vive en Huesca. El destino es el Castillo de Peracense, una de las construcciones más llamativas y mejor conservadas de Aragón.
Carlos Díaz hace un recorrido por la historia de esta fortaleza que tuvo mucha importancia defensiva por encontrarse en tierra de frontera, fue construido en el siglo XIII sobre las ruinas de una antigua fortaleza área de la Taifa de Albarracín y sufrió la guerra de los Dos Pedros, I de Castilla y IV de Aragón. En las guerras carlistas del siglo XIX volvió a jugar un papel fundamental.
Su construcción, sobre una colina rocosa de roca rondeno que le dan ese característico color rojizo, hizo que se convirtiera en lugar para alojar a la población en caso de que la población fuera atacada, por lo que en su interior se encontraba, como cuenta Carlos Díaz, con las caballerizas, despensas y aljibes para garantizar alimento y agua para superar el asedio.