Mongolia es un país que cuenta con algo más de tres millones de habitantes y que tiene una densidad de población de 2 habitantes por kilometro cuadrado. La mayoría vive en la capital, Ulan Bator y un 30% de sus habitantes son nómadas. De esta manera nos sitúa Luis Tobajas en este país que, a pesar de haber sido muy importante y estratégico, ha llegado a pasar desapercibido para el mundo.
El Desafío Viajero de Luis Tobajas recaba en Mongolia y, como nos explica, lo más interesante se encuentra fuera de la capital, en las grandes estepas que preceden al desierto del Gobi y en las que no se encuentra ni un árbol ni restos del gran imperio que fue Mongolia con Gengis Kan. Luis hace un recorrido por la historia y explica los motivos por los que los soviéticos terminaron con todos los restos históricos.
En las estepas mongolas viven los nómadas, son pastores que van cambiando de lugar conforme se quedan sin pastos para sus animales. Viven en yurtas, grandes tiendas de campaña que en su interior tienen refuerzo de madera y que están preparadas para aguantar las bajas temperaturas de la estepa.
La hospitalidad de estos nómadas es una de las características que impresiona al llegar al país. Tobajas cuenta cómo no hay alojamientos una vez que sales de la capital y si quieres pasar la noche, has de llamar a una yurta y pedir hospedaje y comida. En prácticamente la totalidad de las veces, la respuesta es afirmativa. La hospitalidad comienza con el ofrecimiento de un cuenco con leche de yegua, seguido de un yogur fermentado.
Aunque, para Luis Tobajas, lo mejor de dormir en la yurta es que si de noche sales a la estepa, puedes disfrutar de uno de los mejores cielos estrellados.