Los vestigios de la Guerra Civil en Aragón se están recuperando con la finalidad de servir de recuerdo de lo que sucedió y conocer cómo se vivió una de las épocas más oscura de la historia. Carlos Díaz, de Viajar por Aragón, recuerda cómo la comunidad aragonesa fue una de las más afectadas desde la zona de Canfranc y Bielsa hasta Teruel, fue tierra de frontera entre los dos frentes.
Desde el cerco de Huesca hasta Belchite son muchas las rutas turísticas que se han mostrado, pero una de las zonas en las que se está potenciando este tipo de turismo es en la comarca de Los Monegros, junto a la Sierra de Alcubierre con la ruta Orwell o el museo de Robres. Pero Carlos Díaz nos lleva hasta Monegrillo, donde su ayuntamiento ha recuperado el refugio antiaéreo.
Este refugio está ubicado en la denominada Cueva del Castillo, una cueva sobre una loma en la que se fue amoldando hasta 85 metros cuadrados de estrechos túneles que tenían entre 2 y 2,5 metros de alto y entre 1 y 1,5 metros de ancho. Un lugar que permitió salvar la vida a muchos de los vecinos de Monegrillo durante la batalla de Farlete.
Un museo didáctico
En la restauración, de este refugio antiaéreo se ha realizado una recreación con luz y sonido en la que se escuchan los bombardeos, gritos y sonidos como si se estuviera viviendo aquel momento. Una experiencia basada en los testimonios de quienes estuvieron en los túneles en esos momentos.
Hay diferentes tipos de visitas, las destinadas a los centros escolares son más didácticas y menos traumáticas, como explica Carlos, y es recomendable reservar en el Ayuntamiento porque no siempre está abierto. La entrada tiene un precio simbólico de entre 1 y 2 euros.