Destinos en un Click

Tras los pasos de la "princesa de Moto Nui"

La Polinesia Francesa es un lugar paradisiaco, al menos es lo primero que viene a la mente al hablar de este rincón del mundo. Beatriz Pitarch saca su cámara para descubrirnos, a través de su cámara, otra mirada de las más de cien islas que conforman este destino.

Lourdes Funes

Zaragoza |

Beatriz Pitarch/LFC

Se puede viajar de muchas formas diferentes y la que propone Beatriz Pitarch en #DestinosenunClick es muy especial. Como familia de acogida, Beatriz y Raúl tienes en su casa viviendo a una niña pequeña que, por su simpatía y sus rizos, recuerda a Vaiana, la protagonista de la película de Disney. Esta “princesa de Moto Nui” ha inspirado a nuestra fotógrafa viajera a descubrir la Polinesia Francesa.

Moto Nui es un islote que, en la realidad, no está habitado ni es turístico, tan sólo hay una reserva de aves. Pertenece, como explica Beatriz Pitarch, a la Isla de Pascua, aunque la película esté ambientada en la Polinesia francesa. En el triángulo que realiza Hawái, Nueva Zelanda y la isla de Pascua hay más de mil islas en la mitad del Pacífico. Algunas de ellas son colonias, pero otras son estados independientes.

Alguna de las islas que propone Beatriz en #Destinosenunclcik nos lleva a:

  • Tahití: esta es la puerta de entrada, la capital. Está repleta de playas volcánicas, pero es muy recomendable introducirse en el interior de la isla. Las carreteras son de tierra y con cuestas muy pronunciadas, por lo que es conveniente ir con un vehículo adecuado y guía. Una vez en el interior, la naturaleza está en su estado más puro y hay unas cascadas increíbles.
  • Bora Bora: es una de las islas más turísticas y como destino de lunas de miel. Es un turismo de lujo y la imagen es la idílica con playas blancas y agua turquesa. Se puede practicar deportes acuáticos.
  • Rangiroa: pertenece al archipiélago de Tuamotu y es ideal para practicar buceo, nadar con delfines y ver tiburones martillo, que en otros lugares es más difícil de ver.
  • Moorea: está muy cerca de Tahití, por lo que se le conoce también como la “isla hermana” y se puede llegar en ferri en unos 30 minutos. Está formada por un volcán y es muy pequeña, pero se pueden practicar deportes acuáticos y buceo para ver rayas mantas o nadar entre tiburones.