La cámara de Beatriz Pitarch fija el objetivo en la localidad italiana de Viareggio. un municipio que se encuentra a 15 minutos en autobús de Pisa y a una hora y media por carretera de Florencia. de normal tiene en torno a 60.000 habitantes, pero en Carnaval puede llegar a albergar a más de un millón de personas.
Los vecinos de Viareggio dicen que tienen confeti en las venas porque desde pequeños, como cuenta Beatriz Pitarch, juegan a construir carrozas para el Carnaval, que celebran durante prácticamente un mes. Y es que estas fechas son muy especiales. Construyen carrozas muy coloridas con papel maché y animadas, de hasta 30 metros de altura, con movimiento, música y hasta coreografías programadas.
No hay vallas que delimiten el desfile y todas las personas pueden participar de la fiesta. Se trata de una fiesta muy familiar y de una diversión muy sana en la que tanto adultos como pequeños lo disfrutan. En Viareggio hay dos museos dedicados al Carnaval con algunas de las carrozas de los últimos años y están abiertos durante todo el año y el personaje principal de esta fiesta es el Burlamaco, un payaso vestido de rojo y blanco con una capa negra.
El Carnaval define la localidad de Viareggio, pero como cuenta Beatriz Pitarch, tiene mucho más para disfrutar en otras épocas del año. Además de los dos museos, hay una estatua en el paseo marítimo del Burlamaco, unas playas larguísimas y la torre del lago Puccini, en homenaje al autor. Atractivos a los que se suma los propios del paisaje y los viñedos de la Toscana.