El Gobierno de España sigue teniendo una postura ambigua sobre el mini trasvase del Ebro que reclama el gobierno catalán para regar viñedos y olivos en el Priorat, en Tarragona. Ayer en una entrevista en La Sexta, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, no aclaró si se hará esa transferencia de agua. Insiste en que nadie del gobierno ha hablado de trasvase, aunque reconoció otra vez que están analizando medidas de emergencia, pero para garantizar el agua potable a la población.
Sobre este asunto, el consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco, lamenta que el presidente de la Generalitat solo apele a la solidaridad entre territorios cuando le interesa.